miércoles, 27 de marzo de 2019

¿Qué se juega el 20 de octubre?

¿Qué se juega el 20 de octubre?
El Tribunal Supremo Electoral estableció que las Elecciones Generales se realizarán el domingo 20 de octubre; al margen de las críticas que le han dado por su accionar, las organizaciones políticas en carrera esperaban con ansias esta fecha, que desembocará en un Calendario Electoral.

En estos comicios, se juega el futuro del país rumbo al Bicentenario Nacional 2025.

El peso del voto extranjero. No es secreto que una de las razones que motivaron al TSE a elegir dicha fecha, es la realización de comicios presidenciales en el extranjero (concretamente Argentina), que utilizarían mismos recintos electorales y que, prácticamente, hubiera afectado esa votación. En 2009, fueron 4.582.786 sufragios válidos y el voto extranjero (Argentina, Brasil, España y Estados Unidos) fue de 120.375, que representó el 2.63% de esa votación.

Para 2014, sufragaron compatriotas en 33 países y, de un total de 5.171.428 de votos válidos, 160.040 provinieron del extranjero, es decir, el 3.19% global. Es menester indicar que, en ambas, ese voto favoreció al MAS: 91.213 de 120.375 (2009) y 115.686 de 160.040 en 2014, especialmente en Argentina, Brasil, Chile y España.

Control de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Además del binomio Presidente-Vicepresidente, se elegirán 36 senadores con sus respectivos suplentes (cuatro por departamento), 63 uninominales (igual número de suplentes), siete (titulares y suplentes) de las Circunscripciones Especiales Indígenas, 60 plurinominales (igual cantidad de alternos), es decir, 130 diputados, además de nueve parlamentarios supraestatales (titulares y alternos). Será una dura batalla la que tendremos por los curules del Legislativo, habida cuenta que, si el actual oficialismo perdiera los 2/3, se vería forzado a negociar con fuerzas opositoras. No hace falta mencionar que éste Órgano es el que decide muchas cosas, desde interpelaciones a Ministros, hasta designaciones de autoridades de otros Órganos, además de aprobación de leyes.

El poder. Por supuesto que el 20-O se juega el mismísimo poder, pero no solamente elegir autoridades, sino la continuidad del “proceso de cambio” iniciado en 2006, o un “cambio de proceso” al que la oposición apuesta. El período 2006-2008 fue el más duro que tuvo Evo Morales al frente del país, pero desde 2016 afronta serios contratiempos políticos con el resultado del referéndum (21F) y la consiguiente habilitación a través del Tribunal Constitucional Plurinacional que ha fortalecido a la oposición ciudadana. Sin embargo, la oposición política no logró unificar ideas o candidaturas.

Arrancar con ventaja las Elecciones


ARRANCAR CON VENTAJA LAS ELECCIONES - Paúl Antonio Coca

Pasaron las jornadas que rememoraron los tres años del Referéndum 21F, y los nueve binomios participantes (PAN-BOL, COMUNIDAD CIUDADANA, BOLIVIA DICE NO, MNR, MTS, PDC, FPV, UCS y MAS-IPSP) están con la mira puesta en conformar/fortalecer sus estructuras partidarias; los más avanzados están viendo nombres de posibles aspirantes al Órgano Legislativo, y otros están recorriendo diversos puntos del país. Entre tanto, se espera la fecha oficial de las Elecciones.

Como en todo evento electoral, existirán quienes arranquen con ventaja al tener buena organización interna, y también existirán los que improvisarán. Algunos pelearán por la mismísima Presidencia, otros por tener una fuerte bancada parlamentaria, y los restantes por superar la barrera del 3% de la votación para no desaparecer.

Sin embargo, y antes de que se conozca el Calendario Electoral, el Reglamento de Alianzas, de Candidaturas y otros, debe reconocerse que el oficialismo parte con ventaja en muchos aspectos, entre ellos por las disposiciones constitucionales.

Para empezar, el art. 238 (numeral 3) de la CPE establece que cualquier persona que se encuentre ocupando un cargo público (sea electivo, designado o de libre nombramiento), debe renunciar, como mínimo, tres meses antes del día de la elección, con excepción del Presidente y del Vicepresidente de la República, que se mantendrán en sus puestos durante el proselitismo. Esto significa que, a nivel de los binomios, los Senadores Oscar Ortiz y Edwin Rodríguez (BOLIVIA DICE NO) y el Gobernador Félix Patzi (MTS) tendrán que renunciar irrevocablemente a sus funciones, al igual que todo aquel que se encuentre en función pública y que aspire al Senado, a la Cámara Baja o a supraestatal.

El numeral 5 del mismo articulado constitucional también obliga a que los ministros de cualquier culto religioso renuncien, como mínimo, tres meses antes del día de la elección (es decir, sacerdotes, pastores, etc.), por lo que Unidad Cívica Solidaridad (con Humberto Peinado como vicepresidenciable), que tiene como basamento al sector evangélico-cristiano, tendrá que tomar en cuenta este aspecto.

Asimismo, la CPE, en su art. 166, par. I establece tres modalidades para elegir al Presidente y Vicepresidente: Que haya obtenido el 50% más uno de los votos válidos (como sucedió en 2009 y 2014), que triunfe en segunda vuelta (en la que participan los dos más votados de las Elecciones Generales), u obtener un mínimo del 40% de los votos válidos, con una diferencia de al menos 10% sobre el segundo.

MAS-IPSP posee un voto duro en relación a cualquier candidatura opositora y, en el peor de los casos, podría tener un mínimo del 40.00% (así es, los decimales cuentan) hasta el 49.99% y NO enfrentar la Segunda Vuelta Electoral siempre que el segundo esté, como mínimo, a 10% de distancia. Este articulado es parecido al modelo argentino (CPE de 1853, reformada en 1994, art. 98) que permitió a Cristina Fernández de Kirchner ganar la Presidencia (2007) en primera vuelta, con el 45.28% mientras que Elisa Carrió fue segunda con 23.05%, es decir, superó en demasía los diez puntos requeridos. Cristina Fernández venció a trece rivales; en nuestro país, Evo Morales enfrenta a ocho binomios.