jueves, 24 de octubre de 2013

31 años de democracia ininterrumpida en Bolivia

31 años de democracia ininterrumpida

Paúl Antonio Coca Suárez Arana. Abogado. abog.paulcoca@gmail.com

Hace 31 años, concretamente un 10 de octubre de 1982, Bolivia volvía a la democracia. No hay que olvidar que desde el 26 de septiembre de 1969 (cuando el Presidente constitucional Luis Adolfo Siles Salinas fue derrocado por el militar Alfredo Ovando Candia), empieza una serie de gobiernos dictatoriales que culminan en 1978, cuando el Presidente de facto, Hugo Banzer Suárez, convoca a elecciones para ese año. Pero tales comicios son anulados por fraude y se realizan Elecciones tanto en 1979 como en 1980. Estas últimas elecciones fueron ganadas por la coalición izquierdista Unidad Democrática Popular (UDP), pero el Golpe del 17 de julio de 1980 que emprendió Luis García Meza, puso de nuevo a la democracia en un ataúd.

Tras una serie de movilizaciones populares y descontento generalizado, las propias Fuerzas Armadas deponen a García Meza, permitiendo que, finalmente, Guido Vildoso Calderón asuma el poder como último Presidente de facto de Bolivia. Vildoso, respetando el voto popular de 1980, permite que se reúna el Congreso Nacional conformado según las elecciones de 1980, y se decide respetar la voluntad popular y designar al ganador de las Elecciones, es decir, a Hernán Siles Suazo como Presidente, quien asume el poder ese 10 de octubre de 1982.

Al presente, han transcurrido 31 años desde ese glorioso día en el cual tenemos una democracia ininterrumpida, donde los bolivianos hemos buscado soluciones dentro de la Constitución Política para resolver los problemas que se han generado y así evitar caer al precipicio, justo cuando estábamos al borde.

Dentro de estos 31 años de democracia, hubieron graves problemas nacionales, como ser la hiperinflación, las movilizaciones contra el 21060, protestas contra las medidas de “privatización” de “capitalización”; hemos tenido la “guerra del agua” (2000), “guerra de la coca” (2001), “guerra del gas” (2003), además de los conflictos en Sucre de 2005, los muertos en ese febrero negro de Cochabamba (2007), La Calancha (2007), Porvenir (2008), por mencionar recuerdos que causan dolor al país, aspectos que deben hacernos pensar acerca del rumbo que se está tomando como país.

La democracia no es un fin en sí mismo, sino un medio mediante el cual se puede conseguir la igualdad, teniendo como pilares el respeto a las opiniones, la vigencia de las garantías constitucionales, la cultura de paz para resolver conflictos, entre tantos aspectos que enmarca lo que es democracia. Por supuesto que un concepto interesante de esto, es el que dio el ex Presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln: “democracia es el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

Bolivia ha avanzado bastante en la profundización de la democracia, como ser el que ahora se tiene una segunda vuelta electoral para elegir Presidente y Vicepresidente; tenemos la elección de diputados uninominales, elección directa de alcalde y concejales, de Gobernador y asambleístas departamentales, además de tener un régimen autonómico que será positivo en la medida en que lo sepamos direccionar, tanto a nivel departamental, municipal, regional e indígena.


Podemos escribir mucho sobre democracia, pero las palabras no siempre bastan. Este 12 de octubre, recordamos el retorno a la democracia que, aunque no es perfecta, es preferible a la mejor de las dictaduras, ya que la libertad es un derecho innato de todo ser humano y ella sólo se ejerce en un sistema democrático.