miércoles, 27 de noviembre de 2019

Curar las heridas de la democracia para reconstruir el país


Curar las heridas de la democracia para reconstruir el país




Veintiún días se necesitaron para que la sociedad boliviana, encabezada por el movimiento cívico nacional, en particular por el Comité pro Santa Cruz, consiga alejar del poder al hombre que le había robado el voto el 20 de octubre a través de un “fraude monumental” que fue confirmado por la Organización de Estados Americanos (OEA). Ahora, el objetivo es reconstruir el país que quedó después de que la nación estuvo paralizada y un nuevo Gobierno, encabezado por Jeanine Áñez, se ha puesto el objetivo mayor de llamar a elecciones nacionales lo antes posible.

Para el abogado Paúl Antonio Coca Suárez Arana, reconstruir Bolivia es una dura tarea que debe ser fruto del consenso y no de la imposición. “Las divisiones entre bolivianos es notoria, entre los que quieren a la wiphala como símbolo patrio, y los que no; oriente y occidente, área urbana y rural; masistas y no masistas. Se tienen que generar mesas de diálogo entre los actores que vayan generando una serie de pre acuerdos fruto del consenso.

Esos espacios de diálogo deben ser participativos y con interlocutores válidos”, dijo el analista, para quien estos espacios deben desembocar en una Asamblea Constituyente, donde se realice un verdadero pacto social, que retome lo que se dejó pendiente en 2006.

“La Asamblea Constituyente de Sucre era el lugar donde se debía cerrar todas las heridas históricas del país, pero no fue así, ya que lo político primó, no el consenso entre las regiones y sus actores. Las elecciones no serán solución a los problemas del país, sino un medio para tener autoridades. Sin embargo, la Constituyente debe convocarse cuando el país esté preparado, no al calor de cálculos políticos”, recomendó.